Mis mejores experiencias viajando por el mundo
04/09/2023 - Actualizado: 20/09/2023
Desde que dejé mi casa en Denver, Colorado , en septiembre de 2016, he vivido muchas aventuras en más de cuarenta países y seis continentes.
A continuación he compilado una lista actualizada, sin ningún orden en particular, de algunos de mis mejores recuerdos y mejores experiencias viajando por el mundo.
Déjame saber lo que piensas en los comentarios:
1. Quedar atrapado por manifestantes en el salar de Bolivia
Tomar un 4x4 a través del impresionante recorrido por las salinas de Bolivia es una parte esencial del viaje con mochila por el “Gringo Trail” de Sudamérica. Pero a mí casi nunca me pasó. Estuve casi atrapado indefinidamente en Uyuni, el pequeño pueblo minero que sirve de base para estas expediciones. Llegué al mismo tiempo que lugareños enojados con el gobierno iniciaban una protesta seria por una disputa de tierras. Los manifestantes cerraron todos los puntos de entrada y salida de la ciudad. Colocaron picos para impedir la salida de vehículos.
Algunas compañías de viajes intentaban saltar el bloqueo conduciendo fuera de la carretera, pero era arriesgado: algunos amigos míos australianos estaban en un vehículo que fue confiscado cuando los sorprendieron intentando hacerlo. Logré salir de Uyuni después de varios días gracias a la ayuda de algunos conductores intrépidos que sortearon el bloqueo al amparo de la oscuridad mientras los manifestantes literalmente nos perseguían con piedras.
2. Observando a un guepardo en la llanura abierta de Kenia
Los safaris pueden ser costosos, especialmente en Maasai Mara de Kenia, que es en gran medida la provincia del grupo de viajeros de lujo. Casi me arrepiento de haber contratado a un operador económico cuando, dos minutos después de tomar esta foto de un guepardo, nuestra camioneta de safari se quedó atascada en una zanja. Nuestro conductor insistió en que teníamos que bajar para aligerar el vehículo, ¡a pesar de que este guepardo estaba sentado mirándonos a 150 metros de distancia! Mi grupo de turistas salió a regañadientes, con varias personas vigilando al guepardo mientras el resto de nosotros nos subíamos atrás y empezábamos a empujar. ¡Afortunadamente, el guepardo tenía otros planes para el almuerzo ese día!
3. Irrumpir en una boda en Marruecos
Ok, entonces no es que me estrelle en la boda, me invitaron (más o menos). Estaba en el barrio general del mundo y un amigo me dijo “oye, ven a la boda de mi hermano en Rabat”. Entonces dije, ¿por qué no? Lo que no me dijo fue que las bodas marroquíes duran 15 horas y no implican beber alcohol y el servicio de cena se realiza hasta bien pasada la medianoche (para evitar que la gente se vaya temprano a casa, por supuesto). Ah, y que sería imposible sentarse durante más de 20 segundos sin que un grupo de mujeres mayores nos obligaran a volver a la pista de baile y que insistieran en que bailáramos toda la noche con ellas.
4. Empaparse en el festival Songkram de Tailandia
Mientras viajaba solo por Tailandia , cometí el error de tomar un ferry a Koh Tao el día del festival de año nuevo de Tailandia, Songkram. Minutos después de bajar del ferry, tanto yo como mis maletas quedamos completamente empapados por los juerguistas que participaban en la pelea acuática más grande del mundo .
Utilicé el poco plástico que tenía para guardar mi cámara y mi teléfono, ¡pero todo lo demás quedó completamente empapado! Después de pasar por una serie de pistolas de agua y llegar a mi albergue, hice nuevos amigos, compré mi propio súper empapador y salí a vengarme en las calles de Koh Tao.
5. Ser asaltado en Belice (¡y vengarse del ladrón!)
Mientras me hospedaba en un departamento de alquiler en una pequeña isla para mochileros en Belice, un ladrón irrumpió y robó el teléfono de mi amigo en medio de la noche. Mi amigo estaba bastante agitado por la pérdida y por la indiferencia de la comisaría local ante nuestra difícil situación. Así que mi amigo se propuso, con la ayuda de un par de amigables mujeres locales y algunas imágenes de CCTV, localizar al ladrón. Pensé que era una causa perdida pero él insistió en que era una isla pequeña y que el ladrón tenía que estar en algún lugar. ¡Increíblemente, tenía razón y finalmente recuperó el teléfono!
6. Conducir una autocaravana por Tasmania
Conocí a un piloto holandés en Sydney que me convenció de acompañarlo en una autocaravana para un viaje por carretera por Tasmania . Me alegra que lo haya hecho, porque la isla más pequeña de Australia tiene algunos de los paisajes más hermosos y diversos que encontrará en cualquier parte del mundo: desde selvas tropicales hasta pintorescos pueblos de pescadores y hermosas playas desiertas.
7. Compartir la residencia de un albergue en España con tres personas mayores desnudas
Me encanta alojarme en albergues por el ambiente social, pero a veces significa ser demasiado personal con los demás huéspedes: como cuando me quedé en un dormitorio para cuatro personas en Madrid y descubrí que mis tres compañeras de cuarto eran mujeres mayores de la Ciudad de México . ¡Quién prefería estar desnudo en su vivienda!
8. Senderismo en Kirguistán
Fui a Kirguistán con el sueño de caminar por las montañas a caballo y pasar las noches en campamentos de yurtas. Desafortunadamente, fui demasiado temprano en la temporada y los pasos de montaña necesarios para llegar a los campamentos de yurtas todavía estaban cerrados por la nieve. Pero resulta que se puede acceder fácilmente a una de las mejores caminatas de un día del mundo desde Bishkek, por lo que aún así pude ver algunos de los hermosos paisajes del país.
9. Aprender fotografía en Madrid
A instancias de mi tío, un consumado fotógrafo de vida silvestre, mi última compra antes de partir para el viaje fue una cámara sin espejo Sony a6000. Con una cámara de mayor calidad finalmente en mis manos, me prometí a mí mismo que intentaría aprender al menos los conceptos básicos de la fotografía. Al principio del viaje pasé una hermosa semana en Madrid, donde pude empezar a perfeccionar esas habilidades. Vea mi artículo sobre un recorrido fotográfico autoguiado por Madrid.
10. Orinarse en un monasterio en Myanmar
Ok, escúchame antes de sacar conclusiones precipitadas basadas en ese subtítulo. Myanmar (Birmania) ha comenzado recientemente a abrirse al mundo, por lo que los turistas siguen siendo una novedad allí. Esto significaba que muchas veces al día los lugareños me pedían que posara para ellos. Felizmente lo agradecí cada vez. Pero mientras estaba en un monasterio en Mandalay, una familia entera decidió rodearme para tomar una foto. Sostuvieron a su bebé contra mí, pero supongo que la emoción de la situación fue demasiado para la vejiga del niño.
Y este bebé no llevaba pañal. Nada en absoluto. Entonces, justo en el momento en que todos se disponían a decir “queso” en birmano, el bebé dejó escapar un torrente por todas mis piernas . ¡Me sentí como si estuviera en Songkram otra vez! Quizás la parte más notable, sin embargo, fue que la familia no se inmutó por este acontecimiento: ¡solo querían asegurarse de recibir la vacuna!
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