Tips para subir al Nevado de Toluca (primer intento)

Un mes después de publicar esta entrada volvíamos al Nevado, con toda la intención de llegar -esta vez sí- hasta el pico más alto. 

No nos faltó nada. A la tercera va la vencida, ¿no? Aunque no creo que la haya. La verdad es que me siento muy realizada y contenta, porque esta vez ni siquiera me dolió la cabeza en las 5 horas que estuvimos arriba y abajo. 

Una de mis fotos preferidas de la segunda excursión que hicimos =)¡Entérate de más clicando sobre ella!

Pd: aprendimos que en fin de semana no te dejan entrar con el coche. Tenemos bastantes novedades de las que informar…

Puedes leer aquí la hazaña de aquel segundo intento. Aunque si no lo leíste en su día, tal vez te interese echarle un vistazo todavía a esta publicación; porque contiene mucha información útil si vas a visitar esta joya del Estado de México. 

Febrero 2019

En enero de este mismo año explicaba por qué no iba a subir otro volcán de más de 4.000 metros hasta dentro de 25 años. Pues bien; ¿habéis oido aquello de que el ser humano es el único animal que tropieza 2 veces con la misma piedra? Exacto.

“Nunca cometo el mismo error dos veces. Lo cometo cinco o seis veces, solo para asegurarme. “

Nuestra primera experiencia en el Nevado

El viernes -15 de febrero- ‘subimos’ al Nevado de Toluca; un precioso volcán -que no siempre está nevado- situado en el Estado de México, y con una altura de 4.680 metros sobre el nivel del mar. He entrecomillado el ‘subimos’, porque lo cierto es que llegas en coche -como mínimo sobre ruedas- casi hasta el mismísimo cráter.

Lo que pintaba como excursión de “domingueo” se torció un poco, y es que el mal de altura -primera vez que me pasa- me jugó una mala pasada. En realidad fue resultado de una medio-mala organización, porque dividimos el grupo y las horas de espera en el parking -a más de 4.000 metros- fueron las que me sentaron mal.

Asomarte a ver el cráter es súper sencillo -media hora de paseo desde el estacionamiento-, y una vez allí hay básicamente dos opciones: bajar a ver las lagunas y pasear por el cráter, o echar a andar por la arista para subir al Águila (4.660 m) y/o al Fraile (4.680 m), los picos más altos del volcán.

La idea -o eso creía yo- era llegar hasta allí y ver cómo nos sentíamos en altura. Hasta el ‘mirador’ todo en orden. El error fue echar a andar -nada más llegar- por la arista de la cara norte, confiando en que el camino llegaba hasta el Fraile. La tercera o cuarta loma el camino consiste en subir por una lengua de arena y piedras, y después cruzar una ladera por el costado.

Aquí creo que ya empezada a preguntarme “por qué”. ¿¿¿Por qué estoy teniendo que andar otra vez a 4.000 metros???

En aquel momento las chicas nos dimos la vuelta; la altura pesaba bastante, y yo personalmente tenía cero intención de andar por nada que no fuera un “camino”… No sé qué le pasa a mi Facebook que hace poco no hacía más que ver noticias de gente desaparecida y accidentada en el Toluca. Me quedé con la pena de bajar a las lagunas del cráter, porque para cuando volvimos ya no teníamos ganas de andar. Y el paso del tiempo solo lo empeoró.

Los chicos se habían llevado en sus mochilas el agua y la comida que habíamos subido, así que no nos quedó más opción que volver al coche; donde por suerte teníamos un bidón de 20 litros. Mala planificación.

Estuvimos un par de horas esperando, hasta que llamamos para saber dónde estaban. Habían llegado ya a los picos nevados que se ven al otro lado en la primera foto, y estaban a escasos metros del pico. Pero no habíamos calculado bien los tiempos, ni se había preocupado nadie de la aclimatación.

A mí me dolía cada vez más la cabeza y uno de ellos ya estaba sin aliento, así que atajaron para llegar rápido al coche e irnos.

Atajaron, sí. ¿Por dónde creéis que pudieron atajar? Exactamente: deslizándose por la ladera.

Menos mal que no estaba yo para verlo. Porque me hubiera dado un infartito. Mira por dónde, yo ya me olía desde el principio que Mikel iba a querer “esquiar” por alguna de las lenguas del volcán. Por eso me pareció ideal darme la vuelta mientras aún hubiese camino para desandar.

Es probable que volvamos en pocas semanas, y esta vez me gustaría ver cómo es el camino por el lado sur. Pero siento que hay mucha información que dar respecto al Nevado de Toluca, así que voy a ir por puntos ya desde el principio.

Cómo llegar en coche al Nevado de Toluca

Lo ideal es llegar con vehículo propio, porque no hay una línea de autobús -como es lógico-. Otra opción si no tienes coche o no quieres alquilar uno, sería buscar un tour desde la Ciudad de México -o desde Toluca-. Pero en este caso voy a explicarlo todo para gente que llegue en su ‘propio’ coche; que será la mayoría.

Llegar al parque en sí no tiene ningún misterio, porque la dirección la reconocen los gps. Hasta la entrada del Parque Nacional son unos 50 minutos desde el centro de Toluca. Y aquí es donde empieza la miga de este post.

Desde las faldas del volcán se puede disfrutar de unas vistas maravillosas del valle de México. La vista está más despejada a primera hora de la mañana, porque luego se crea una nube marrón -por la contaminación y tal-.

Las opciones para llegar arriba varían según la temporada -cuando nieva se llena de visitantes-, el día de la semana en que vayas -los findes está hasta arriba-, el clima -si hay heladas no te permiten subir con el coche-, etcétera. Lo ideal, es ir a primera hora entre semana. Como todo, claro.

Del parque hasta el cráter

El puntito rojo es el cráter, y las dos P-s son los parkings.

En el primer estacionamiento que está a 3 km del desvío, también conocido como el Parque de los Venados, te cobran una entrada de 50 MXN (2,5 euros) por coche, y desde allí conduces otros 10 kilómetros hasta el segundo estacionamiento -el que está casi a la altura del cráter.

No siempre es posible llegar con tu coche hasta el P2, y es que a veces -imagino que los días de mucha afluencia, por falta de espacio- te obligan a dejar tu coche en el P1. En estos casos puedes andar los 10 km que te separan del P2, o pagar 50 mxn por persona para que te lleven en una camioneta -la vuelta cuesta otros 50 pesos-. Desde el P2 salen otras camionetas que por 50 pesos más te llevan por pista hasta el cráter -la línea gris a la derecha del mapa-. 

Vista de la carretera desde una camioneta de transporte de pasajeros.

Pudimos “probar” el servicio de camionetas en nuestra segunda visita al Nevado. Y descubrimos que no sólo prohiben la entrada de coches por cuestiones de espacio, sino que es más bien un negocio. Un negocio de fin de semana; que es cuando sale rentable. No parecía cuestión de “preservar el medio ambiente”, la verdad. 

Apenas había 4 coches estacionados en el Parking de Los Venados -o sea, éramos de los primeros- pero no dejaban pasar autos particulares, y te obligan a estacionarte. Después tienes que esperar a que la camioneta se “llene” con un mínimo de 12 personas, o no arranca. 

Nos tocó estar media hora (a las 07.00 am con una temperatura de 0ºC) esperando hasta que llenaron el cupo mínimo. Entendemos que a ellos no les compense hacer el recorrido con el carro medio vacío, pero creemos que en tal caso deberían dejar pasar con coche aquellos que lleguen antes de la marea de gente. 

La ‘carretera’ dentro del parque no está asfaltada, pero está en bastante buen estado. Avanzas a unos 20-30 km/h, por lo que llegar hasta el segundo parking te lleva casi media hora. No es imprescindible -en absoluto-, pero supongo que un coche alto ayudará a avanzar más rápido.

Desde el estacionamiento al ‘mirador’ que asoma al cráter son un par de kilómetros que se recorren sin demasiada dificultad en 20 minutos o media hora. Y una vez aquí podría decirse que “estás” en el Nevado de Toluca.

Este es el camino al cráter, que va desde el estacionamiento.

Desde la arista donde asomas se ven el pico del Águila a mano derecha, el Fraile de frente, el Lago del Sol abajo a la derecha y la laguna de la Luna a la izquierda.

El punto más alto de la arista con nieve es el Fraile, el Águila está fuera de la foto, a la derecha -creo-, y el lago del Sol se puede ver en el fondo del crater.

Y aquí es donde los caminos se separan.

Pasear por el Nevado

Yo aquí veo 4 opciones -y tengo que confesar que la que eligió mi grupo era la segunda peor, en mi opinión-.

1. Bajar al cráter y pasear entre los lagos. La mayor dificultad en este caso estaría en subir de vuelta por la arista de ‘llegada’ para llegar al parking. Si alguien no se ve capaz de volver por su propio pie, también existe la posibilidad de hacer el camino de regreso en camioneta.

La verdad es que para lo sencilla que es la excursión -en cuanto a nivel físico-, da para unas fotos resultonas.

2. Subir al Fraile por la cara sur. Que vaya por delante que esto no lo llegamos a intentar, pero la idea es descender hasta los lagos y desde allí seguir los caminos que se ven en dirección al Fraile. La verdad, no tengo ni idea de cuánto tiempo puede llevar hacer la ida y la vuelta, así que recomendaría salir pronto por la mañana, para contar con un buen margen en caso de necesidad.

Y fuimos, ¡sí! Aquí os contamos todo lo que pudimos averiguar sobre este recorrido. 

Los caminos que se ven subiendo por la ladera del centro al fondo de la imagen parecen sencillos; al menos hasta que llegan detrás de los picos nevados.

Yo me quedé con la pena de no intentarlo por aquí, y me gustaría volver en marzo, así que si llegamos a ir actualizaré este post y os cuento. 

3. Subir al Fraile por la arista del norte. Es decir, desde el punto en que asomas al cráter echas a andar hacia la derecha por la arista. Al principio hay camino, pero 3 o 4 pequeñas cimas después se complica. No sé de alpinismo, ni conozco lo suficiente la montaña del Nevado como para entrar a valorar objetivamente el riesgo real que supone el recorrido.

El guía/vigilante que hay junto al parking te da unas pequeñas indicaciones de por dónde empezar, e imagino que si por cuestiones climatológicas -o las que sean- resulta peligroso el ascenso, lo avisará. Cuando el volcán está totalmente nevado, -todo esto según las informaciones que he recabado- es necesario el uso de crampones y demás. Y si está despejado, aconsejan llevar unos palos de trekking, porque hay tramos con mucha pendiente y piedra suelta.

No quiero animar a nadie a hacer locuras, pero también es cierto que los chicos llegaron casi hasta el final con tan solo botas de montaña. Y un suéter de domingo. De tal palo tal astilla.

Así se ve el principio del camino por la arista del lado norte. Aunque no tengas intención de hacer cima, también puede merecerte la pena para ver el cráter desde otra perspectiva.
Aquí está Mikel sobre el Águila, el segundo pico de la arista del Nevado.

4. Dar la vuelta completa por la arista. Según he leído en internet -investigamos bastante antes de ir, y por eso escribo este post; porque me hubiera encantado leerlo así de detallado- la vuelta completa al volcán por la arista son algo más de 10 kilómetros. Se calcula que el recorrido puede completarse en unas 5 horas; pero claro, esto es totalmente relativo, según en qué condiciones te encuentres a 4.000 metros y lo acondicionado o acostumbrado que estés. A mí me llevaría lo menos 8 yo creo, jajaja. Según Mikel -a saber-, hay que estar preparado para escalar y desescalar tramos de 5-6m de dificultad 4a, y tener mucho cuidado con las rocas sueltas. No es difícil, pero hace falta usar las manos.

Horario

El Parque Nacional abre a las 08:00 de la mañana, y se puede acceder al cráter hasta las 15:00 horas. O este es el horario oficial.

Nosotros pasamos por la garita de acceso (la que hay justo saliendo de la carretera mº10 que llega al desvío) pasadas las 07:30 y no nos pusieron pegas. Aunque también es cierto que arriba llegamos justo para las 08:00, ya había unos 4 o 5 coches estacionados, y gente en el camino al cráter.

Lo de limitar el acceso a partir de las 15:00 es por cuestión de seguridad; así si alguien se pierde, aún tienen horas de luz para ir a buscarlo. Eso he leído en varios sitios… Pero si has empezado a recorrer la arista y no acabas hasta las 17:00 horas tampoco creo que vayan a sacarte en helicóptero. Pero yo -siempre precavida- recomendaría calcular bien los tiempos, para no llevarse nadie sustos.

Alojamiento

En el segundo estacionamiento -el que está junto al cráter- hay un pequeño refugio en el que quedarse a dormir. La caseta tiene una habitación con dos literas -4 camas-, un baño, una cocina y una zona de estar. Tiene electricidad -aunque cuando fuimos a verla no había bombillas instaladas en la habitación jaja- y agua corriente; aunque esto último va y viene según tengo entendido.

Esa casita es el refugio; y en el lateral derecho tiene también baño públicos -sin agua y bastante sucios, la verdad-.

Cuesta 150 pesos por persona y noche (7 euros), y no se puede reservar. Es decir, llegas, y si hay sitio, te quedas. Otra opción es llamar al teléfono de la reserva que proporciona el Gobierno Mexicano antes de empezar el ascenso en coche.

PD: Si el plan es ir a dormir al refugio -o acampar allí arriba- tened en cuenta la gran altura a la que se encuentra, y preparad siempre un plan B; para que podáis bajar al Parque de los Venados, incluso a Toluca, en caso de que alguien del grupo empiece a sentirse mal.

La urbe más cercana al Nevado para buscar hotel es la ciudad de Toluca. La mayoría de los alojamientos están en el centro, aunque también hay varios hoteles sobre la carretera del pacífico. En realidad alojarte en las afueras -en pacífico- solo te ahorra unos 10 minutos de coche a la mañana siguiente, así que nosotros recomendaríamos más llegar hasta el centro y de paso conocer el Zócalo y las calles colindantes, que son bastante interesantes, así como el jardín botánico Cosmovitral. Además, según Wikipedia, es la ciudad capital más alta de Norteamérica, a 2701 msnm. Para algo contará. Da para una tarde.

Clima

En invierno por lo general hace frío, y puede bajar de los 0 grados por la noche. Peeeeero, en días muy soleados puede hacer incluso calor. Siendo la segunda semana de febrero -y aconsejados por unas amigas vascas que fueron en esas mismas fechas dos años atrás- nos abrigamos a más no poder. Y nos sobró de todo xD

Consejo: meted capas de ropa de sobra en el coche por si acaso, y adaptad vuestra indumentaria una vez lleguéis al parking. Echad un vistazo a las previsiones, y tened en cuenta que el sol allí arriba calienta; y mucho.

Dependiendo del viento que sople -o no sople- el día que subáis, la sensación térmica puede variar completamente. Es mejor que sobre -ropa- que que falte.

Tuvimos la suerte de ir en un día totalmente despejado: además de la agradable temperatura, a primera hora se podían ver el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl a lo lejos.

Cuándo ir

En noviembre o diciembre -normalmente- suele caer la primera nevada en el Nevado. Cuando esto ocurre, se llena de visitantes, sobre todo los fines de semana, llegando a recibir más de 40.000 personas en un día. Ya que -entiendo- es entonces cuando más impresionante está, yo intentaría evitar los sábados y domingos a toda costa. La euforia puede extenderse hasta enero, pero una vez empieza a desaparecer la nieve parece que todo vuelve a la normalidad.

Los pluses de ir en “temporada baja”: puedes subir en coche hasta arriba, y disfrutar del paisaje sin que esté abarrotado de turistas. Hay que tener en cuenta que el Nevado de Toluca está a dos horas de la Ciudad de México, lo que hace del parque un destino muy popular para excursiones de un día.

Mal de altura

Si no estás acostumbrado a ascender tantos metros sobre el nivel del mar -sobre todo si vives en altitudes de casi cero metros- el subir de golpe puede jugarte una mala pasada.

Como os contaba, en mi caso el mal de altura se tradujo en un dolor de cabeza bastante persistente. La solución -en los casos leves, claro- es descender hasta una altura en la que te sientas mejor. Por eso, es importante tener en cuenta que es probable que alguien del grupo necesite transportarse al primer estacionamiento, y contar con llevar varios juegos de llaves para el coche.

Como mínimo -para que no os pase lo que a nosotras- recomendaría a cada uno llevar agua y algún dulce -o comida en general-, como para recuperarse en caso de tener que bajar al Parque de los Venados a esperar al resto. La buena hidratación es clave para combatir los síntomas.

Y poco más; estad atentos a las señales que dé el propio cuerpo, y hacedle caso. No hay que forzarse hasta el límite, porque el mal de altura cuando es grave, es muy jo***.

FIN

Me volví con un poco pena, porque la verdad es que tanto con nieve como sin nieve, el sitio es increíble. Y seguro que lo es aún más desde arriba.

Y bueno, pues aquí estoy yo, mirando al pico, a ver si algún día puedo admirar el cráter desde el otro lado.

¡Lo logréééé! Pude ver las lagunas del cráter desde el lado contrario, y la vista es -como mínimo- tan bonita como esta. ¿Quieres ver más fotos? Click aquí =)

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